La vida secreta de James Thurber

Cuando James tenía seis años mientras que jugaba con su hermano una flecha de juguete se le clavó en el ojo derecho y no volvió a ver más con él. Con el paso del tiempo fue perdiendo visibilidad con el otro ojo hasta quedarse totalmente ciego pero no era una ceguera normal sus ojos rellenaban el entorno con cosas diferentes para el la ceguera era brillante, tachonada de estrellas y espolvoreada con polvo de hadas. Una vez, después de habérsele roto las gafas, Thurber dijo: << Vi una bandera cubana volando sobre un banco nacional, una anciana descarada con una sombrilla gris que pasaba atraves del costado de un camión a rayas. Vi puentes que se elevaban perezosamente en el aire como si fueran globos>>. El sabia como aprovechar sus visiones y tras todo esto el Doctor Ramachandran dio con que era muy probable que sufriera el síndrome de Charles Bonnet. Este síndrome es provocado por una lesión en sus rutas visuales (en el ojo o en el celebro) que los deja parcial o totalmente ciegos. En el podemos ver como los que lo padecen sufren alucinaciones que para ellos son más reales que lo real. Millones de personas en todo el mundo sufren este síndrome y no obstante  la mayoría de los médicos no lo conocen, una de las razones por las que no la sepan puede ser el temor que sufren las personas a que las llamen locas porque difícilmente una persona que esté cuerda pueda ver payasos de circo y leones en una habitación de su casa, lo más probable es que le dijeran que había perdido la cabeza. Todas las imágenes que ven estas personas son muy diferentes a las que nosotros vemos ya que las alucinaciones surgen de manera espontanea, aunque pueden desaparecer al cerrar los ojos. El estudio de este síndrome podría permitirnos explorar esa misteriosa tierra de nadie comprendida entre el ver y el saber y descubrir como la lámpara de nuestra imaginación ilumina las prosaicas imágenes del mundo, incluso podría ayudarnos a investigar la cuestión más básica de cómo y en que parte del celebro <<vemos>> las cosas.

Nuestro celebro tiende a rellenar las cosas que vemos a medias poniendo cosas donde no las hay. Todos y cada uno de nosotros tenemos un punto ciego en cada ojo y este punto también es rellenado por la mente poniendo en su lugar la misma textura del fondo, imagen o figuras sencillas.

Un claro ejemplo seria este:

  1. Cerramos el ojo izquierdo.
  2. Fijamos la visión del ojo derecho en la cruz a una distancia relativamente cercana.
  3. Con la vista fija en esa cruz nos vamos alejando muy lentamente de la pantalla. Cuando nos hayamos separado a una determinada distancia, dejaremos de observar el círculo porque se encontrará en la zona del punto ciego.
  4. Si nos seguimos alejando, el punto se volverá a ver, al dejar de estar en la zona del punto ciego.

La insoportable similitud del ser

Este fragmento del texto trata sobre un caso peculiar del doctor Ramachandran en el cual un hombre lo llama y le explica el caso de su hijo que tras haber sufrido un accidente y haberse recuperado perdió la capacidad de reconocer a sus padres como ellos mismos engañándose y diciéndose a sí que eran impostores pero que no tenían malas intenciones si no que cuidaban de él y lo trataban bien. Tras hacerle varias pruebas el doctor le diagnosticó que padecía el síndrome de Capgras, uno de los síndromes más raros y pintorescos que conoce la neurología. Estos síndromes suelen darse tras sufrir lesiones traumáticas en el celebro al igual que la que sufrió el en el accidente. Esto fue lo que le hizo pensar al doctor que el síndrome tenía una base orgánica. Pero dado que la mayoría de los que sufren este tipo de síndrome parece desarrollar el trastorno espontáneamente se los suele poner en manos de los psiquiatras, que tienden a buscar una explicación freudiana del trastorno.

Según esta hipótesis, todas las personas consideradas “normales” sienten de niños atracción sexual por sus padres. Así todo varón desea hacer el amor con su madre y llega a considerar a su padre como un rival sexual, y todas las mujeres desarrollan una profunda obsesión sexual por su padre. La explicación en si es muy ingeniosa pero en el fragmento del libro también se dan a conocer casos como el de un paciente que decía que ese no era su perro que era otro muy parecido pero no el suyo por lo que esa hipótesis no valdría para explicar el síndrome en sí.

El doctor Ramachandran llega a la conclusión de que las zonas del celebro que se encarga de reconocer rostros y la encargada de la de las emociones están dañadas o desunidas es posible que el  paciente aún conservara completamente la ruta del reconocimiento y por eso podía identificar a sus padres pero no podía experimentar ninguna sensación hacia ellos y por eso al verlos diría que eran ellos pero al no sentir ninguna sensación al verlos se engañaría así mismo y diría que son parecidos pero no ellos ya que no siente las mismas sensaciones, sin embargo al orilos hablar por teléfono si dice que son ellos por lo que el doctor llega a la conclusión de que esa via desde el oído hasta el celebro no está dañada.

Tras hacerle pruebas y compararlo con otro tipo de amnesia se dieron cuenta de los almacenamientos de la mente en cada caso en la amnesia los espacios de tiempo que recordaba el paciente y que al tiempo olvidaba y en el caso de el primer paciente como lo podía recordar todo pero no sentirlo y hacerse una idea de alguien o algo.

Este estudio comenzó intentando explicar los delirios de un paciente y durante el mismo estudio descubrieron nuevos indicios sobre el almacenamiento y recuperación de recuerdos del ser humano.


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